Climatización de Piscinas
El calentamiento de piscinas es una demanda cada día más común, y su instalación cada vez está más integrada en las salas de calederas. Cabe distinguir dos tipos de piscina: la interior y la exterior. Las piscinas interiores se pueden climatizar normalmente en este rango de temperaturas 24ºC-27ºC de forma economica eligiendo energias que sean muy eficientes, como geotermia o aerotermia. Las piscinas exteriores tambien se podrían climatizar todo el año pero el coste de la energia requerida sería tan importante que hace que sea una opción muy poco atractiva economicamente. Por norma general en las piscinas exteriores se opta por un alargamiento de periodo de uso, es decir, ganar un mes antes y despues del verano. Haciendo un uso de ella de Mayo a casi Octubre.
Todas las energias pueden aportar energia a la piscina pero con detalles a tener en cuenta. Por ejemplo la geotermia puede requerir más captacion cuando hablamos de climatizacion de piscinas interiores, tendrá a igual bomba de calor más horas de funcionamiento con lo que se extraerá mas energia del suelo y habrá una cierta sobreexplotacion del volumen de tierra, por otro lado nos aportará la forma más barata de tener la piscina caliente todo el año si es interior o alargamiento de estación si es exterior.
El calor es una forma de energía y la energía geotérmica es el calor contenido en el interior de la Tierra. La Tierra genera fenómenos geológicos a escala planetaria en su núcleo que emiten calor hacia las capas más superficiales; el termino energía geotérmica es a menudo utilizado para indicar aquella porción del calor de la Tierra que puede o podría ser recuperado, explotado y aprovechado por el hombre.
Según la norma alemana VDI 4640 la energía geotérmica es la energía que se almacenada en forma de calor por debajo de la superficie solida de la Tierra, engloba al calor almacenado en rocas, suelos y aguas subterráneas.
La energía térmica de la Tierra es inmensa, pero solo una pequeña parte de ella podría ser utilizada por la humanidad. Hasta ahora la utilización de esta energía ha estado limitada a áreas en las cuales las condiciones geológicas permiten un transporte (agua en la fase líquida o vapor), para “transferir” el calor desde zonas calientes profundas hasta o cerca de la superficie, dando así origen a los recursos geotérmicos; sin embargo, en el futuro cercano técnicas innovadoras ya brindan nuevas perspectivas a este sector, aprovechando más energia y de forma muy económica.
Las principales fuentes de carga energética del suelo son dos: la primera es el calor de la Tierra que se puede valorar mediante el gradiente térmico (variación de la temperatura en función de la profundidad), normalmente aumento de 3,3ºC cada 100 m de profundidad. Este calor se debe a procesos internos como la desintegración de isótopos radiactivos, movimientos de las capas que constituyen la tierra o la cristalización del núcleo. Si como es el caso nos centramos más en la energía geotérmica de muy baja temperatura existe otra fuente que carga el suelo y es el Sol pero de forma indirecta, siendo mucho más influyente en captaciones horizontales que en las verticales. Ya que es a través de las infiltraciones de agua principalmente como el suelo gana energía.
La energía geotérmica tiene una serie de características que hacen de ella una atractiva alternativa, estas son:
• Renovable: es el recurso más grande que existe ya que el calor que cede la Tierra es a escala de nuestra sociedad ilimitado, aunque hay que tener un control sobre las instalaciones geotérmicas para protegerlas de sobreexplotación y que pierdan rendimiento.
• Limpia: la energía geotérmica no necesita ninguna combustión con lo cual no emite directamente CO2, las emisiones producidas vienen del consumo eléctrico necesario para su funcionamiento siendo del orden de 5 veces menos que en una instalación convencional.
• Económica: aunque la inversión inicial es elevada, mediante estudios de viabilidad económica se observa claramente su amortización frente a convencionales, estando esta periodo entre los 4 y 7 años, sobre un vida útil de la instalación de 25 años.
• Eficiente: gracias a que la temperatura del suelo, a partir de 14 metros de profundidad, es igual en cualquier momento del año, lo que dota de gran estabilidad a la instalación, se podrán instalar bombas de calor de menor capacidad que si nos guiáramos en el dimensionado por la temperatura del ambiente exterior, condiciones más penalizadoras.
• Continua: tal vez este sea el factor más atractivo y diferenciador ya que a diferencia de otras renovables como la solar o eólica, en las cuales hay grandes variaciones en el rendimiento y aportación energética dependiendo el momento del día o mes. La energía geotérmica depende de las características del subsuelo y estas no varían con el tiempo.